

Orígenes del Quiromasaje
La práctica del masaje no es algo nuevo para nosotros, sino que se trata de un arte que es y ha sido practicado durante siglos en casi todas las culturas. Sin embargo, con el paso de los años han surgido varias técnicas novedosas y variaciones adaptadas a los distintos problemas físicos y psicológicos que encontramos en la actualidad.
Fue el Doctor Vicente Lino Ferrándiz García quien introdujo este tipo de masaje en España durante la década de los 40. Este especialista estudió naturopatía y se formó en Léman (Suiza) y en Estados Unidos. En 1929 se licenció en Medicina y creó, a través de todo lo aprendido, esta práctica a la que llamó “quiromasaje”.


Esta denominación proviene del griego “quiros”, que significa “manos”, lo que nos hace traducir la palabra como “masaje con las manos”. De esta manera, el doctor Ferrándiz García estableció la diferencia respecto a otros tipos de masajes aplicados mediante máquinas.
Podemos encontrar rasgos de esta técnica en testimonios que datan del Antiguo Egipto, del Imperio Chino, y de otras zonas como Irán, la Grecia clásica o el Imperio Romano. Hoy en día, el Dr. Jordi Sagrera Ferrándiz es el heredero de la escuela de Vicente y el actual director de la Escuela de Masaje Manual en Barcelona.
Tal y como indica el significado de su nombre, el quiromasaje sólo puede realizarse a través de las manos, pues son éstas las que están realmente capacitadas para ejercer el grado de presión adecuado y para captar la sensibilidad del paciente.


Beneficios del quiromasaje
No debemos concebir esta técnica como algo meramente físico, sino que trabaja con la misma importancia el bienestar de la mente y la relajación. Eso es lo que diferencia a este método del tradicional masaje, que se centra más bien en la dolencia de los músculos.
El quiromasaje basa gran parte de su filosofía en el tratamiento de las energías corporales, las cuales trata de distribuir y equilibrar correctamente. De esta forma, se muestra como un método de carácter sensorial que ha demostrado obtener resultados muy eficaces en problemas como estrés, ansiedad o depresión.
Entre sus muchos beneficios se encuentra el de favorecer la circulación sanguínea, aumentando su velocidad y fuerza, y forzando con ello el arrastre de células muertas y sustancias de desecho. Todo ello contribuye a mejorar la actividad del sistema nervioso, siendo ideal para luchar contra enfermedades que lo alteren.


Así, vemos cómo con el quiromasaje podemos aplacar nuestras tensiones, disminuir el estrés, el cansancio mental, desbloquear nuestras emociones y aprender a relajarnos, resultando ser una buena cura para el insomnio. Y es que a través de las manos, el quiromasajista estimula en nuestro organismo la producción de sustancias químicas cerebrales que generan una sensación de bienestar.
A nivel físico, ayuda a reforzar los músculos, favoreciendo la contracción muscular. Asimismo fortalece el sistema inmunológico y mejora notablemente la postura corporal, además de liberar la tensión superficial de la piel, exfoliar y promover la regeneración celular. Es por todo esto que el quiromasaje se usa para tratar problemas como la artrosis, la cefalea, contracturas, estreñimiento, fatiga, obesidad, tos o artritis.
En cuanto a las sesiones, es de vital importancia que sean llevadas a cabo por un profesional cualificado. Cualquier error en la aplicación de esta técnica puede resultar sumamente perjudicial para el paciente. La duración de cada sesión es indeterminada, pues depende de las características de cada caso. Sin embargo, no es aconsejable que sea superior a una hora.