

Hija de un acróbata y una cantante alcohólica, fue confiada al cuidado de su abuela desde muy pequeña, criándose en un ambiente hostil; sufre de una meningitis que la deja ciega temporalmente, hasta que "un milagro" le regresa la vista. A los 15 años regresa a París, para ganarse la vida cantando en las calles y bares, donde se conoce con el dueño de un cabaret, quien la apadrina y contrata.
A los 16 años queda embarazada y da a luz una niña, que muere de meningitis dos años más tarde. Edith se convierte más tarde en una diva del Music Hall, recibiendo instrucción musical y con los compositores más célebres de Francia a su disposición; en pocos años incursiona también en el cine, adorada por el público por su voz prodigiosa y la fuerza de su interpretación.
Viaja en sus giras como cantante por toda Europa y América, gozando de reconocimiento mundial. Se enreda en diferentes relaciones amorosas, la más notable, con el boxeador Marcel Cerdan, quién muere trágicamente en un accidente de avión.
La vida de la cantante se hace aún más desordenada, entre drogas y alcohol, creando también una adicción a la morfina que recibía por padecer de cirrosis. Después de ganar millones y vivir rodeada de fama, Edith muere en la pobreza a los 47 años, y es sepultada en el cementerio Père Lachaise de París, donde aún le visitan sus seguidores.
Imagen: crevette