

Claramente la Navidad es esa época en la que por tradición, todo el mundo compra regalos, detalles para los más queridos y no tan queridos, ya que los compromisos navideños suelen abundar y solemos sentirnos obligados a comprar un regalo a la novia de nuestro hermano (a la que ni conocemos) o a la hermana de nuestra suegra ( la cual te importa un pito).
Por todos estos detalles, la Navidad puede parecer una fecha plagada de compromisos y de obligaciones sin sentido, pero debemos pensar que cada celebración depende de nosotros, por lo que, la Navidad puede ser una época en la que tú decidas, y no en la que te impongan.
El espíritu navideño es un sentimiento muy común entre la mayor parte de la población que no hace sino alimentar el consumismo que engloba a la navidad y dejar de lado lo realmente importante, que es el motivo principal de celebración: estar en familia, amigos o con quien quieras.
Por eso, debemos hacer una pequeña reflexión de lo que es necesario y de lo que no, de lo que nos hace realmente ilusión, y de lo que nos supone un esfuerzo y un compromiso. Porque vivir la Navidad con un espíritu navideño diferente al típico espíritu navideño, puede ser también divertido y seguro más auténtico.
Imagen: Larrazun