

La psicología inversa proporciona cierto control sobre los actos de otra persona sin que ésta se dé cuente de ello. Obviamente, no podemos controlar ni predecir todo lo que los demás piensen, digan o hagan, con nuestras palabras; sin embargo esta técnica puede ser muy útil en ciertas ocasiones en las que quieras inducir sutilmente a los demás para que actúen de una forma similar a la que tú quieras.
De este modo, muchos hombres se ayudan de esta estrategia para llamar la atención de una mujer, siendo más efectiva si ambos comparten una amistad, ya que la confianza es un factor clave en este “juego”. Una vez creado ese clima de confianza, los mensajes que el hombre lanzará hacia la mujer serán tenues, pero firmes, y sin duda utilizará la ironía y el humor para conseguir su objetivo.
Por lo general mostrará mucho interés al principio, para seguidamente mantener una actitud algo más lejana y despreocupada. Esto hará que la otra persona se pregunte el por qué de su actitud y sienta curiosidad por lograr ser el centro de sus miradas. Además procurará no estar siempre a su disposición, lo que hará que ella vea que no será tan fácil ganarle, convirtiéndole en un desafío más atractivo para ella.
Ciertos aspectos de la psicología inversa pueden funcionar de igual manera para mantener sana una relación de pareja. Por ejemplo, no mostrarse posesivo y dejar espacio al otro para que se divierta con sus amigos son aspectos saludables para una relación. Igualmente esta técnica es de gran utilidad para hacer saber al otro qué actitudes y comportamientos aprobamos de esa persona y cuáles no, de una forma sutil pero firme.
Fuente Imagen por rgallant_photography