

Toda su vitalidad encaminada a desarrollar caminos se convierte en grandes avances para ellos, sus familias y sus comunidades; pero esta misma vitalidad puesta en función del conflicto, la maldad, la delincuencia, el despotismo, las drogas, etc. acaba con la paz familiar y social y convierte la vida de todos en un pequeño infierno. Las mujeres (madres, hermanas, abuelas) son quienes suelen padecer en primer lugar los atropellos y faltas de respeto de los adolescentes desenfrenados.
Guiar a un hijo adolescente es un trabajo que se comienza desde el momento en que nace, pero aún así, hay situaciones muy complicadas de controlar. Algunas recomendaciones pueden serte útiles:
- El primer paso y el más importante es asumir, a tiempo, que hay un problema. Es decir una conducta que no es normal.
- Nunca justificar las malas acciones con respuestas como la edad, la inquietud, la hiperactividad, la horfandad, etc. Porque si bien es cierto que algunos trastornos pueden tener su origen en sucesos puntuales, no lo es menos que no se puede permitir que se pronlonguen en el tiempo.
- Escuche a las personas que estén en contacto con el menor. Huye de pensamientos como que le tienen manía, envidia o deseo de venganza. ¡NO!, Piensa que las soluciones aplicadas a tiempo evitarán problemas mayores.
- Mantente siempre cerca de las inquietudes del joven , dialoga con él sobre sus planes para el futuro y guíale para lograrlos. La visión responsable y madura de los padres es como una luz que alumbra a los hijos en los momentos más difíciles.
- Las escuelas para padres ofrecen alternativas muy interesantes porque se aprende de las experiencias de otros. Intenta participar en este tipo de actividades que suelen organizarse en los centros docentes y ayuntamientos.
- Deben administrarse responsablemente los permisos y las restricciones. Conocer los límites y las sanciones como consecuencia de traspasarlos te ayudará a ser mejor persona y a tener un sentido más amplio de las normas y convivencia.
- El ejemplo de los padres es la mejor forma de hacer que los jóvenes aprendan a solucionar los problemas utilizando vías pacíficas. No escatimes esfuerzos en diálogos y reflexiones.
- Ciertas actitudes pueden requerir la intervención de un especialista. No dudes en ponerte en contacto con uno y que te dicte las pautas que serán mejor según el caso en cuestión.
Corregir a tiempo es la mejor estrategia que se puede utilizar ya que cuando se llega a determinadas edades es casi imposible establecer canales de comunicación que eduquen en poco tiempo lo que no se ha practicado en toda una vida.