

Últimamente han adquirido mucha popularidad los productos diseñados para el cuidado del cabello que contienen keratina, proteína de la que están compuestos mayoritariamente el pelo, la piel y las uñas. Esto se debe a que esta sustancia restaura la fibra capilar y revitaliza los cabellos estropeados al hidratarlos profundamente. El resultado es un pelo más resistente, brillante, suave y moldeable.
En numerosos centros de belleza son muy populares los tratamientos a base de keratina (especialmente para alisar el cabello), gracias a su sencilla aplicación y a sus magníficos resultados. Pero también podemos encontrar en el mercado champús, mascarillas y otros cosméticos que hacen de la keratina líquida su componente principal.


Dichos productos actúan regenerando la fibra capilar reparando los cabellos quebradizos y maltratados, y saneando las puntas abiertas. Su utilización frecuente devuelve al pelo su brillo, fuerza y vitalidad naturales, ayudando a frenar en muchas ocasiones su caída excesiva. Además, proporciona volumen y facilita el desenredado sin apelmazar.
Su modo de uso es muy sencillo, pero hay que tener en cuenta algunos detalles importantes. Primero, debes lavar el cabello de la manera en que lo haces normalmente. Cuando hayas retirado el exceso de humedad con una toalla, aplica una pequeña cantidad del producto de medios a puntas, masajeando y repartiéndolo uniformemente, insistiendo en las zonas más dañadas. A continuación seca el pelo como de costumbre. Es muy importante el uso del secador, ya que con el calor la keratina se adhiere al cabello y consigues unos resultados perfectos.