

Los que se las dan de alternativos pasean por los bares de la calle Ludlow, en el Lower East Side, que cobran unos 5 dólares cuando tocan las pesadas bandas de rock and roll. Existen también los bares que no cobran admisión por el espectáculo, sólo el costo de una bebida, alcohólica o no. Otros lugares más sofisticados, como Sounds of Brasil, que tiene bandas en vivo, pueden llegar a cobrar 20 dólares la entrada.
Para los jóvenes de menos de 18 años, sobre todo para los que viven en los alrededores de Manhattan, una de las salidas preferidas es juntarse en un clásico Dinner, a charlar durante horas y comer hamburguesas o helados. Una rica hamburguesa completa puede llegar a costar hasta 8 dólares, si se pide con papas fritas, panceta, queso.
Durante el año escolar, los jóvenes suelen reunirse en la casa de los amigos, para lo cual es indispensable llegar con un pack de cervezas, lo que puede costar, alrededor de seis dólares. Si la fiesta se extiende hasta altas horas, como suele suceder, será necesario recurrir al boliche de la esquina, que nunca falta, para recargar la heladera con más alcohol. Las colectas de dinero son, en este caso, una tradición de rigor.
Los que quieren un programa más tranquilo pueden ir al cine. En Manhattan la entrada al cine cuesta más o menos 8 dólares. En otros lugares, como New Jersey o Brooklyn, es más barata. Si se está en pareja, es normal que se divida el costo de la salida. Pero el hombre puede invitar si está tratando de seducir a la chica.