Y es que a veces se comete el error de depender excesivamente del otro, de tal forma que se restringe su autonomía o la tuya propia. Esta es la mejor forma de abandonar el propio yo, desaparecer como individuo, desapareciendo así la verdadera personalidad que enamoró al otro. De esta manera, vemos cómo acercarse demasiado a la pareja, o dejar que ésta se acerque a ti hasta llegar al excesivo control y a la saturación, puede tener consecuencias nefastas, provocando un alejamiento no deseado.
Vivir por y para los demás, ya se trate de la familia, los amigos o la pareja, no supone más que la anulación del propio individuo, además de una falta de respeto hacia nosotros mismos. Tenemos derecho a nuestro espacio íntimo, a nuestros propios pensamientos y decisiones. Un ejemplo puede ser el entorno social; cuando dos personas comparten sus vidas es muy corriente que tengan amigos en común, pero también es recomendable conservar aquellos anteriores a la relación. Cada uno debe contar con una o varias personas con las que poder expresarse sin necesidad de limitar sus palabras o hacerlas sentir en una situación incómoda.
Para poder desarrollar la vida en común, ambos deberán desarrollar su vida por separado; de lo contrario, jamás se sentirán completos. Es importante mantener los propios gustos y aficiones, pues los dos se enamoraron de una determinada personalidad, la cual no debe cambiar radicalmente si se desea que el noviazgo perdure. Además, no conviene pasar las 24 horas juntos, pues así no habrá tiempo para echarse de menos e ilusionarse con el reencuentro.
Para alcanzar este estado es clave mantener una comunicación clara y sincera. Así seréis conscientes de vuestros límites y necesidades, alcanzando acuerdos de convivencia que satisfagan a las dos. Además, esto ayudará a eliminar inseguridades innecesarias, permitiendo así la libertad e independencia del otro sin celos ni miedo a posibles infidelidades.
Contenidos relacionados
- Cómo saber si la relación de pareja no funciona
El amor también tiene fecha de caducidad en muchas ocasiones. Saber si una relación de pareja funciona o no es más fácil de lo que parece. Está claro que si notas que las cosas han cambiado entre vosotros, falta de entendimiento o de comunicación es muy probable que el final de la relación se aproxime. Cuando se inicia una relación, además de la conexión inicial y de la atracción debes de tener en cuenta otros aspectos si pensamos formar un futuro junto a nuestra pareja. Otras veces, aunque la relación funcione al principio, son muchos los cambios y las circunstancias que pueden modificar vuestra relación. Esto es un aspecto que siempre debes de tener en cuenta para estar preparada a cualquier cambio.No basta con quererse, también hay que complementarse. Esto no significa que tengáis que compartir exactamente las mismas cosas e intereses, pero si debe de haber una base común de valores, de gustos y de estilos de vida para crear un futuro conjunto. Si alguno de estos pilares falla, es muy habitual que la relación de pareja deje de funcionar antes o después. Las relaciones de pareja tienen que aportar aspectos positivos a cada uno lógicamente. Si ...
- Trucos para mejorar la relación de pareja
Al comienzo de una relación amorosa tenemos la sensación de que todo es maravilloso, de que no existe ni existirá nada que pueda estropear el sueño que estamos viviendo. Cada detalle, cada experiencia que compartamos con esa persona se convertirá rápidamente en un grato recuerdo que conservaremos toda la vida. Pero el tiempo pasa e, inevitablemente, surgen los conflictos. Entonces no basta con los recuerdos, sino que ambos miembros de la pareja deberán luchar por sacar adelante su vida en común. Y para lograr este objetivo hay que tener en cuenta varios aspectos.Entre ellos, el más importante es la comunicación y la empatía con el otro. Muchos problemas de pareja vienen dados por una falta de entendimiento; ambos necesitan hacer saber a la otra persona sus deseos, metas y gustos, y aprender a explicar y a escuchar todo aquello que sea necesario, sin censuras ni juicios. Debe aplicarse esta teoría a la hora de las discusiones, pues es un error muy frecuente llegar a las ofensas y a las malas maneras, cuando lo realmente conveniente es aprender a explicar y justificar aquello con lo que no estás de acuerdo. La rutina es uno de los grandes enemigos de una r...