

La mirada es uno de los dos recursos no verbales más utilizados por las mujeres para atraer al sexo opuesto. Mantener un contacto visual directo pero no desafiante a sus ojos hace que un hombre se sienta atraído. Las miradas disimuladas hacia su boca también harán despertar su interés hacia ti.
La postura del cuerpo y los movimientos como sonreír abiertamente y jugar con el pelo retirándolo hacia atrás son gestos muy sensuales con los que la mujer suele llamar la atención. En cuanto al aspecto físico, ellos suelen fijarse sobre todo en el escote y en el trasero, seguidos de las piernas, el cuello y las manos (las muñecas son consideradas una de las zonas más eróticas del cuerpo femenino).
La ropa juega también un papel muy importante. Un vestuario femenino y sexy, sin llegar a ser demasiado provocativo, es la mejor opción. Por el contrario, el maquillaje excesivo y abusar del perfume no suelen dar buen resultado.
Además de la mirada, el tacto es una de las principales armas de seducción de la mujer. Los roces suaves y casuales, siempre con naturalidad, harán que él tenga cada vez más ganas de acercarse a ti.
En cuanto a los mensajes verbales más utilizados por las mujeres en la seducción, un buen sentido del humor, una actitud alegre y positiva y no hablar de una misma sin parar, son aspectos muy valorados por los hombres. Igualmente, mantener cierto halo de misterio, pronunciar varias veces su nombre y escucharle atentamente harán que él desee conocerte mejor.
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