

Lo primero que debemos hacer a la hora de vencer esta ansiedad es averiguar su causa, el por qué sentimos ese impulso incontrolable de comer, incluso, sin tener apetito. Normalmente este comportamiento es producido por una situación altamente estresante o una baja autoestima que nos impide enfrentarnos a los problemas y nos hace refugiarnos en la sensación de bienestar que nos proporciona la comida.
Es posible que en estas circunstancias necesitemos acudir a un profesional que nos ayude a conocer el origen de nuestro problema y poder encontrar así una solución. En todo caso existen una serie de consejos que pueden ayudarnos.
Una de las primeras cosas que debemos hacer para evitar las ansias de comer es pensar si sentimos este impulso porque tenemos hambre o si lo que queremos es calmar nuestros nervios. Si lo que nos provoca ese deseo de comer es el hambre, nos ayudará hacer cinco comidas al día (desayuno, media mañana, almuerzo, merienda cena), de manera que lograremos evitar un apetito excesivo que nos lleve a comer demasiado y de forma poco saludable.
El desayuno debe ser la comida más abundante del día, ya que su función es aportar la energía suficiente para toda la jornada; un buen desayuno nos ayudará a no comer de forma compulsiva cuando llegue la tarde. Debe estar compuesto de frutas, cereales integrales y proteínas (lácteos o derivados de la soja). Procura no saltarte ninguna comida, ya que hacer esto sólo nos servirá para llegar más hambriento a la siguiente.


Si lo que nos provoca esta ansiedad es la necesidad de calmar nuestros nervios, lo más recomendable es pararse y preguntarse si comer compulsivamente en realidad nos ayudará a sentirnos mejor después. En ese momento procura pensar en otra cosa y realizar alguna actividad que te resulte relajante y te mantenga ocupado para evitar caer en la tentación.
El ejercicio físico nos permite descargar nervios y tensiones acumuladas, al igual que practicar técnicas de respiración y relajación hacen desaparecer en gran parte la ansiedad y el estrés. Además de esto, tomar a lo largo del día abundante agua, infusiones y fruta puede ayudarnos a sentirnos saciados de una forma sana.
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