Cabe preguntarse el por qué de estos resultados: ¿Son características innatas en ambos sexos o son producto de las convenciones sociales?


Los últimos datos científicos publicados demuestran que las diferencias entre ambos sexos responden a estereotipos culturales. De hecho, esto explica que los roles de género varíen según la cultura y la clase social. La educación y los medios de comunicación contribuyen a crear una imagen estereotipada de los dos sexos.
Todavía se dan casos en sociedades consideradas modernas en los que los adultos educan a sus hijos en base a estos patrones erróneos. De igual forma, si miramos atentamente los espacios publicitarios que nos rodean, vemos cómo los hombres disfrutan conduciendo magníficos coches y las mujeres esforzándose para mantener la casa perfecta. Y lo peor es que lo asimilamos como algo tan natural que ni siquiera nos sorprende.
Muchos de estos clichés están relacionados con el comportamiento sexual. Antiguamente se consideraba que la testosterona, hormona responsable del deseo sexual, era producida tan sólo por los hombres. Hoy se sabe que las mujeres producen la misma cantidad y que su función es la misma, por lo que las diferencias en la frecuencia del deseo entre ambos sexos tiene su origen en factores externos.
Sin embargo, la sociedad ha creado la falsa idea de que es el varón quien debe tomar la iniciativa, mientras que lo correcto en las mujeres es adoptar una actitud pasiva. Existen otros muchos estereotipos que debieron enterrarse hace décadas. Por ejemplo, no es cierto que los hombres sean más hábiles en disciplinas matemáticas y científicas que las mujeres.
Parece una contradicción teniendo en cuenta que las estudiantes suelen elegir carreras de humanidades y viceversa. Sin embargo, en un estudio llamado “Diferencias en elecciones de modalidades de Bachillerato entre chicas y chicos. Factores que influyen en la segregación vocacional de mujeres y hombres” (2004-2006), de las investigadoras Mercedes López-Sáez, Susana Puertas y Milagros Sáinz, se explicaba el por qué de este dato: “existen estereotipos específicos y concretos asociados a cada una de las especialidades que modulan la elección final de los estudiantes” (como ejemplo, la asociación entre las profesiones sanitarias y la feminidad).
Son innumerables los falsos mitos que podemos desmontar sobre los estereotipos de género: las mujeres no conducen peor, los hombres no tienen por qué carecer de sentimientos y ellas pueden ser tan capaces como ellos o más en actividades consideradas “masculinas” (deporte, ciencia, etc.). Hace décadas que se lucha por la igualdad de género, y estos absurdos clichés suponen un gran obstáculo para alcanzarla. Sin embargo, poco a poco la sociedad da pequeños pasos para lograr este propósito, afortunadamente.
Fuente Imagen por Javierypuchi.
x que es tan dificil en esta decada la convivencia y mas si la mujer ama a su hombre y el no siente lo mismo que la mujer si se vuelven frios . y desatentos .y no te dan cariño