Este problema puede deberse a muchos factores, como la genética, los problemas digestivos, la falta de ejercicio, la postura corporal, y por supuesto, la alimentación. Para conseguir un vientre plano, por tanto, deberemos cuidar nuestra alimentación y, en general, nuestros hábitos de vida.
Alimentos saludables para tener un vientre plano
En Cosas de Mujer hemos seleccionado los que son considerados por los expertos como los mejores alimentos para evitar esa molesta “tripita” que afea nuestra figura.
• Cereales integrales: además de aportarnos una gran dosis de energía, nos ayudan a combatir el estreñimiento y a deshinchar un vientre abultado. Podemos tomarlos junto a legumbres o con lácteos desnatados, como leche, yogur o pan integral. Unos buenos ejemplos serían la avena, el centeno o el trigo.
• Frutas: también son muy ricas en fibra, además de diuréticas y antioxidantes. Son muy recomendables en casos de vientre hinchado, pues favorecen la digestión, especialmente después de una comida abundante. Algunas de las más aconsejables son la naranja, la piña, la ciruela, la papaya y el kiwi.
• Verduras crudas: Éstas contienen un porcentaje de grasa muy bajo, y son ideales para evitar malas digestiones, siendo además regeneradoras de la flora intestinal. Dentro de este grupo destacan las algas, ricas en multitud de minerales y vitaminas, que apenas contienen calorías y aportan un gran porcentaje de calcio.
• Derivados de la soja: Una de sus grandes ventajas es que contienen los mismos aminoácidos esenciales que la carne, con la diferencia de que son muy bajos en grasas. Si, por el contrario, abusamos de la carne, es muy probable que provoquemos un exceso de grasa en nuestro organismo, lo que se reflejará en zonas conflictivas como la tripa.
• Almendras: este fruto seco no es tan sólo bueno para reducir el colesterol y proteger contra enfermedades cardíacas, sino que también cumple una función importante a la hora de fortalecer las paredes abdominales, luchando contra la pérdida de masa muscular. Otra de sus ventajas es que calma la ansiedad por la comida.
• Levadura de cerveza: está especialmente indicada para combatir la hinchazón abdominal premenstrual, pues es muy rica en vitamina B6, sustancia cuya carencia provoca este problema.
• Pescado: el omega 3, muy presente en el pescado, reduce la grasa que ingerimos de otros alimentos, evitando que ésta se acumule.
• Agua: hay que beber agua en abundancia para mantener limpio nuestro cuerpo y hacer funcionar bien a nuestros riñones. Además, previene la hinchazón abdominal. Se recomienda consumir unos 8 vasos diarios.
De la misma manera, hay alimentos totalmente desaconsejables para lograr ese vientre plano tan deseado. Por ejemplo, las bebidas con gas, el café, el alcohol y el té negro son grandes enemigos en este sentido. Los lácteos enteros tampoco son recomendables, así como el abuso de carnes y pescados grasos y azúcar.
Por otra parte el azúcar blanco es una de las sustancias que contienen más calorías, por lo que debemos evitar productos elaborados con la misma (refrescos, dulces, comida congelada precocinada, enlatados, bollería industrial, etc.). Lo mismo ocurre con la comida rápida y los alimentos procesados químicamente.
Se recomienda, asimismo, disminuir el consumo de legumbres, ya que provocan muchos gases. Para contrarrestar un poco este efecto, debemos añadir comino e hinojo a su cocción cuando decidamos comerlas. Masticar chicle también hace que entre mucho aire a nuestro abdomen, produciendo hinchazón, por lo que tenemos que evitarlo.
Junto a todo esto existen otros trucos que pueden ayudarnos. Por ejemplo, comer con tranquilidad ayuda a una buena digestión. De la misma manera, se recomienda desayunar bien, hacer cinco comidas diarias (es muy importante que no nos saltemos ninguna) y cenar ligero. Durante la comida, además, se aconseja no beber demasiada agua para no entorpecer la digestión. Y por supuesto, las grandes comilonas están prohibidas.
Por otra parte, el ejercicio físico es muy importante. Caminar ayuda mucho a reducir abdomen, así como el ciclismo y la natación. Cuidar nuestra postura también es fundamental, pues si no mantenemos la espalda recta haremos que nuestra tripa parezca más prominente.
