Síntomas de la depresión estacional
La depresión estacional es un trastorno afectivo se caracteriza por síntomas como estrés, fatiga, insomnio o somnolencia, falta de apetito, inapetencia sexual, apatía o tristeza. Nos cuesta más salir de casa y recuperar el ritmo, y perdemos la ilusión por realizar nuestras actividades diarias. Esto es normal durante los primeros días, pero si se alarga en el tiempo puede dar lugar a una depresión grave, siendo necesario incluso acudir a la ayuda de un profesional.


Se dice que un 10% de la población sufre este trastorno, siendo más común entre mujeres. Este trastorno se explica científicamente en el hecho de que, al haber menos horas de luz, nuestro organismo segrega mayor cantidad de melatonina, la hormona del sueño. Ésta es la responsable de que nos sintamos más o menos decaídos, y de nuestro estado de ánimo.


Combatir la depresión estacional
Combatir la depresión estacional es más fácil de lo que pueda parecer en un principio; sólo tenemos que cambiar nuestros hábitos y adoptar una forma de vida más saludable.
Uno de los trucos más eficaces para evitar la depresión estacional, y en general el desánimo, es hacer ejercicio físico. Nos ayuda a liberar el estrés y a acabar con el insomnio, uno de los síntomas más frecuentes de este trastorno. Y es que cuando el cuerpo está activo, genera serotonina, sustancia encargada de la sensación de placer y bienestar.
La luz también aumenta la secreción de serotonina, por lo que lo mejor es practicar deporte al aire libre. Además nos da mayor sensación de libertad y nos obliga a luchar contra el frío. Si no es posible disfrutar de la luz natural, siempre es recomendable hacer deporte en un espacio bien iluminado. Lo mismo ocurre en nuestro propio hogar, para el que debemos buscar colores claros y mucha iluminación. Lo ideal sería caminar todos los días bajo la luz de la mañana.


La música es una buena terapia para combatir el mal humor provocado por la depresión estacional. Es importante que dediquemos un rato cada día a escuchar canciones alegres que puedan subirnos el ánimo. Podemos hacerlo mientras hacemos ejercicio, de camino al trabajo, antes de ir a dormir...
De la misma forma, es imprescindible que saquemos algo de tiempo para nosotros, pues también necesitamos relajarnos y vivir nuestros momentos de ocio. Actividades sencillas como ir al cine, quedar con nuestros amigos o ir de compras nos ayudarán a sobrellevar los problemas. También podemos optar por buscar algún hobby que nos haga sentirnos realizados.
Asimismo, cuidar nuestro organismo es un paso absolutamente fundamental para combatir la depresión estacional. Esto se traduce en dormir las 8 horas necesarias para levantarnos con energía, beber mucha agua para mantenernos hidratados, y por supuesto adoptar una dieta sana. Necesitamos las proteínas, vitaminas y minerales que nos ofrecen las frutas, infusiones, verduras y legumbres. Si es necesario podemos completarlo con algún complemento alimenticio para reforzar el sistema inmunitario.
Y sobre todo, debemos mantener una actitud positiva y tener siempre presente que, si seguimos estos sencillos consejos, la depresión estacional se convertirá tan sólo en un problema temporal.