Por eso, hoy te vamos a explicar que existen tratamientos para el pelo que puedes realizar en casa. De esta forma, si nos confinan nuevamente en nuestros domicilios no habrá excusa para que mantengas tu cabello tan cuidado como siempre.
Nutrir e hidratar el cabello
Para estar sano, nuestro cabello debe estar siempre nutrido e hidratado. Los aceites capilares son productos que puedes encontrar en el mercado, a veces a precios bastante asequibles, y que cumplen a la perfección esta función.
Es el caso, por ejemplo, de las mascarillas hidratantes preparadas con aceite de argán, un aceite producido a partir de las semillas contenidas en el fruto del árbol de argán. Este árbol solo crece en Marruecos y es patrimonio de la humanidad desde 1998. El aceite de argán es rico en vitamina E, vitamina A y contiene una gran cantidad de antioxidantes, lo que le confiere su gran poder hidratante.
Para aplicar este tratamiento, lo primero es humedecer el cabello hasta las puntas con agua tibia. Después, aplica generosamente el aceite. Acláralos, enrolla el pelo en una toalla húmeda y caliente. Déjalo así una media hora y habrás conseguido un pelo nutrido y brillante.
Desenredar el cabello
Esta es una de las tareas más engorrosas que debemos realizar para tener un cabello ideal, pero es sin duda necesario.
Si tienes el pelo largo o rizado, es probable que la tendencia a que se enrede cuando lo laves o te levantas sea mayor. Para facilitar la tarea de desenredar el cabello rápidamente y sin dolor, existen algunos trucos caseros.
Por ejemplo: desenreda el pelo por mechones con un cepillo de púa gruesa. Para realizar la operación, siempre es mejor que el cabello esté húmedo, y que lo hagas desde las puntas a las raíces. Los acondicionadores son también una gran ayuda, puesto que suavizan mucho el cabello.
Aprovecha esa suavidad para deshacer los nudos con los dedos y pasar un peine. Después enjuaga. De la misma forma, el pelo se desenreda más fácilmente si le aplicamos algunos aceites naturales. Por último, en casa puedes contar con un cepillo iónico desenredante, que te ayudará a que el peinado diario sea suave y sin tirones.
Mascarillas (también sin aclarado)
Aplicar mascarillas es uno de los tratamientos caseros más comunes para el cabello. Sin embargo, el hecho de que sea tan habitual provoca que a veces no se realice correctamente.


Por ejemplo, las prisas del día a día nos llevan a aplicarlas menos tiempo del necesario. La mascarilla debes usarla después del champú y el acondicionador.
Elimina el exceso de humedad tocando el cabello, sin frotarlo. Extiende después la mascarilla, en pequeñas cantidades y mechón a mechón, desde la mitad del cabello hasta las puntas.
A continuación, se cubre la cabeza con una toalla caliente húmeda para conseguir el calor necesario. Se deja actuar durante 20 minutos y, por último, se aclara con abundante agua tibia.
Existen además mascarillas que no requieren aclarado, lo que te hará mucho más fácil y rápida la tarea de tener tu cabello bonito y sano.
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