En muchas ocasiones tomamos decisiones que resultan erróneas, ya sea por precipitarnos a la hora de hacerlo o por no valorar adecuadamente las posibles consecuencias. Puede que no nos demos cuenta en ese momento que los resultados de esas decisiones afectarán fuertemente a nuestro futuro, y las tomemos más bien pensando en el presente, sin pensar en qué será lo que más nos convenga posteriormente.
En este sentido, cuando nos equivocamos debemos asumir nuestra responsabilidad en los hechos. De nada sirve huir de los errores cometidos, pues esto no servirá más que para volver a caer en ellos. Lo correcto en esta situación es aceptar los resultados de estas malas decisiones y tratar de solucionar estos fallos. En el caso de no poder hacerlo, deberemos aprender de ellos e intentar compensarlos.
Un error muy común es culpar a determinados factores externos de nuestros actos. Terceras personas, la sociedad, el Gobierno, la familia… solemos excusarnos tras ellos para justificar nuestras decisiones. Pero debemos tener siempre presente que quienes manejamos nuestras propias vidas somos nosotros, y que somos los máximos responsables de lo que en ellas pueda acontecer.
Tomar una decisión es sinónimo de afrontar consecuencias, por lo que debes analizar con cuidado la situación antes de tomar un camino determinado. Lo ideal es hacerlo con la mayor seguridad y firmeza posible, preparándonos siempre para todo aquello que pueda presentarse en nuestro futuro.
A pesar de todo esto, lo cierto es que equivocarse es algo inevitable y natural, tarde o temprano todos cometemos errores. Cargar con las consecuencias, aunque sean negativas, siempre será más beneficioso que no arriesgarse a cumplir nuestras metas por miedo al fracaso.
Fuente Imagen por patriziasoliani
Contenidos relacionados
- Cómo afrontar los cambios en tu vida
Uno de los miedos más frecuentes es perder la estabilidad en nuestra vida a causa de las alteraciones que pueda sufrir la misma. Entonces, nos plantemos la forma de aceptar estas nuevas situaciones, que a menudo suelen inspirarnos temor, inseguridad y angustia. Sin embargo, los cambios son algo inevitable a lo que tarde o temprano tendremos que hacer frente; huir nunca es la respuesta adecuada. Muchas veces será una tarea difícil aceptar estos acontecimientos, pero si actuamos con naturalidad y calma nos será mucho más sencillo. Para ello, lo primero que debemos hacer es asumir que el miedo que podamos sentir es normal, forma parte del proceso de aceptación. El temor, las dudas y la ansiedad son reacciones naturales contra las que jamás debemos luchar, ya que se trata de un mecanismo de defensa que activa nuestro cerebro y que es necesario para poder analizar la situación y tomar decisiones. Una actitud optimista es la gran clave para lograr afrontar los cambios que sufre nuestra vida a lo largo del tiempo. Las personas pesimistas sienten miedo e inseguridad ante la posibilidad de fracaso o de defraudar a los demás. Sin embargo, las optimis...
- ¿Cómo saber si tomo las decisiones adecuadas?
Hay veces que la vida nos puede parecer muy complicada. En ocasiones, tenemos que tomar decisiones sobre asuntos importantes y no es fácil saber cuál es la decisión adecuada. Tampoco hay unas reglas para saber si el camino que estamos llevando es el correcto, ya que, al fin y al cabo es algo muy personal. Pero sí que debemos algunos factores propios que nos guiarán a la hora de tomar decisiones tales como nuestros valores y actitudes ante temas importantes de nuestra vida.Y es que no hay decisiones malas o buenas, sino coherentes e incoherentes. A lo largo de nuestra vida vamos adquiriendo unos valores traducidos en formas de actuación que nos guiarán a la hora de tomar un camino u otro en nuestra vida. A partir de estos valores inculcados en nuestra educación, tendremos que tomar decisiones con coherencia, es decir, conforme a aquello que pensamos. Es la única manera en la que nos sentiremos a gusto con las decisiones tomadas. También es cierto que no sólo esto vale, porque podemos equivocarnos igualmente y darnos cuenta cuando ya es demasiado. Muchas veces aprendemos a tomar las mejores decisiones a base de malas experiencias. La vida tiene esa man...