En el caso de una amiga, una le "hace ver" cosas a la otra y trata de liberarla de su angustia, ansiedad, miedo o vergüenza. En ocasiones la relación con el psicólogo es tan cercana cómo con una amiga.
Por eso, hoy en el blog de mujer, hacemos un recorrido por los otros psicólogos que encontramos a lo largo de nuestra vida y que, en muchos casos, nos libran de iniciar una verdadera terapia: los amigos.
El ser humano, siempre necesita confiar en alguien, apoyarse en otra persona que sea capaz de ofrecer algún consejo o de expresar palabras de consuelo en los momentos difíciles. A veces, nos basta con que nos den una simple caricia o una palmada en la espalda para aliviar nuestro dolor. Y aunque tal vez en el fondosepamos, que ésta no es una solución verdadera y final para el problema, al menos nos hace sentir mucho mejor.
Después de todo, para eso están los amigos y en especial, las amigas. Pero si esto es así, cabría preguntarse; ¿Tiene sentido ir al psicólogo cuando charlar con un buen amigo es suficiente para hacernos sentir bien?
Cuando los problemas nos afectan demasiado
Para los amantes de la psicología la única , diferencia entre un amiga y un terapeuta es que el primero nos presta su oreja y el segundo la cobra. Sim embargo hay otras diferencias.
El terapeuta no es un amigo ni un amigo es nuestro terapeuta, aunque la relación que nos une a cada uno de ellos pueda tener algunos rasgos en común: en ambos casos sentimos afecto y a los dos podemos contarles cosas íntimas.
Al analista, en efecto nos liga un vínculo afectivo y no es malo que ese sentimiento se desarrolle, ya que ese amor que en psicoanálisis se conoce como transferencir ese fundamental para posibilitar la cura. Para el paciente la palabra del terapeuta se convierte en una palabra con un valor otorgado en función no sólo de su saber sino también de ese sentimiento. Por otra parte una amiga a veces puede hacer mucho más que consolarnos u ofrecernos su apoyo incondicional.
Por tanto, debes darte cuenta que la amistad es un gran regalo y que cuidarla es importante.
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muy bueno me prese que con esos consejos podre demostrarle a mis amigos lo mucho que valen para mi
Hola, respeto tu opinión y creo que has escrito este artículo con cariño, pero como psicóloga, siento que debo aclarar algunas cosas. Dices que «Para los amantes de la psicología la única diferencia entre una amiga y un terapeuta es que el primero nos presta su oreja y el segundo la cobra.» En realidad, un terapeuta y un amigo no se parecen en casi nada. Hay mil diferencias, por supuesto, una es que el terapeuta cobra por su trabajo. Una terapia no sólo es la relación entre dos personas, como comentas. Es análisis, voluntad, aprendizaje, esfuerzo, cambio,… Los psicólogos estudiamos una carrera durante 4 o 5 años, realizamos postgrados, masters, y cientos de cursos para estar al día en comprender el comportamiento humano y los avances en diagnóstico y tratamiento. El terapeuta escucha, si, y también guía y acompaña al paciente o cliente, da explicaciones para que la persona que solicita ayuda pueda comprender su situación y propone ejercicios y pautas para que consiga sus objetivos. Pero no aconseja ni tiene en cuenta sus propias experiencias como haría un amigo. Tener amigos es maravilloso pero no siempre pueden ni saben ayudarnos, por mucho que escuchen… La verdadera magía de una terapia, no está en escuchar más o menos, sino en facilitar que la persona en tratamiento consiga conocerse, aceptarse y actuar comprometiéndose con sus objetivos y valores. Podriamos comparar al amigo con un cómodo sofa, que nos mima, nos reconforta, pero en el sofá estamos quietos, y al levantarnos, seguimos en el mismo sitio… En cambio el terapeuta se podría comparar con un puente, más o menos bonito, más o menos largo, pero que nos anima a cruzarlo para llegar a donde queremos ir.
Un cordial saludo,
Yolanda de Miguel
NaturalMente Psicología