Dolor en las mamas
Como decíamos, existen muchas causas por las que puede producirse este dolor. Afortunadamente la gran mayoría de ellas son temporales y no suponen un problema grave. Un ejemplo es llevar una talla o diseño inadecuados de sujetador, que opriman los pechos o no los sujeten correctamente. Por esta razón es fundamental que nos aseguremos de estar usando el tipo de sostén apropiado para nosotras.
Si la molestia persiste, es probable que se deba a una alimentación desequilibrada. Los expertos indican que consumir demasiados derivados lácteos puede propiciar la aparición de este problema, ya que favorecen los desórdenes hormonales. Se recomienda seguir una dieta baja en grasas, rica en frutas y verduras, así como consumir habitualmente alimentos ricos en vitamina A y E. También es importante reducir la ingesta de sal y bebidas estimulantes, como el café o el chocolate.
Por otro lado, es común que las mamas duelan durante la ovulación, período durante el cual se vuelven más sensibles a causa de la revolución hormonal; es lo que se conoce como "mastodinia" o "mastalgia". Este trastorno suele sentirse entre los 2 y los 15 días previos a la menstruación, y desparece con la llegada de la misma. Si esta dolencia es demasiado fuerte, tendremos que acudir a un especialista, quien nos recomendará un tratamiento médico de reemplazo hormonal.
Cómo tratar el dolor de las mamas
Independientemente del mismo, podemos llevar a cabo algunos trucos caseros para aliviar estas molestias. Uno de los más eficaces es aplicar compresas de agua caliente sobre la zona durante unos 15 o 20 minutos. De esta manera favorecemos la circulación sanguínea, algo que también podemos hacer realizando masajes circulares con alguna crema o gel de efectos desinflamatorios.
Otro remedio casero muy recomendable es lavar con agua caliente unas hojas de col y aplicarlas sobre el pecho, cubriéndolas con un paño y dejando que actúen durante media hora. La infusión de hamamelis también es una buena opción; sólo tenemos que empapar unas gasas con ella y aplicarlas sobre las mamas durante 15 o 20 minutos. Lograremos una mayor eficacia repitiendo el proceso dos o tres veces al día.
En todo caso, lo mejor es acudir al médico cuando comencemos a notar el dolor. Es necesario descartar problemas más serios, así como cumplir con los controles ginecológicos necesarios y someternos a las pruebas que el especialista considere convenientes.