

¿Para qué sirve el test de Apgar?
A través de este test se examinan cinco aspectos: la frecuencia cardíaca, el esfuerzo respiratorio, el tono muscular, el color de la piel y los reflejos. Todos ellos son puntuados con 0 o 2 puntos, pudiendo sumar un total de 10.
De esta forma es posible detectar determinados problemas rápidamente, haciendo que el personal sanitario pueda actuar contra ellos cuanto antes. Además, nos permite comprobar cómo se está adaptando el bebé a la vida extrauterina.
El test de Apgar recibe su nombre de su creadora, la pediatra y anestesióloga estadounidense Virginia Apgar. La misma desarrolló diferentes estudios con el fin de reducir el índice de mortalidad de los recién nacidos, cuyo resultado publicó en 1953, dando lugar a la creación de esta famosa prueba. También se utiliza como acrónimo para reflejar los parámetros que mide: Apariencia, Pulso, Gesticulación, Actividad y Respiración.
Aspectos a medir en la prueba de Apgar
La prueba de Apgar se divide en 5 secciones, considerándose resultados positivos del 7 al 10. Estas puntuaciones nos indican que el bebé se está adaptando bien a la vida extrauterina, y suelen alcanzarse en la primera vez que se realiza la prueba (al minuto de su nacimiento). Por otro lado, los neonatos que obtengan puntuaciones menores de 7 suelen necesitar la intervención de los especialistas e incluso ser trasladados a la unidad de cuidados intensivos.


El médico debe examinar cuidadosamente cada uno de los cinco aspectos mencionados:
1. Frecuencia cardíaca: el especialista la evalúa mediante un estetoscopio, calificando con 0 la ausencia de ritmo cardíaco, con un 1 las pulsaciones menores de 100 por minuto y con un 2 las pulsaciones mayores de 100. Es una de las pruebas más importantes del test de Apgar.
2. Ritmo respiratorio: se mide para comprobar que los pulmones del bebé funcionan correctamente. Si no respira, se puntúa con un 0, mientras que si la respiración es lenta e irregular se puntúa con un 1. Cuando el recién nacido respira adecuadamente la cifra asciende a 2.
3. Tono muscular: se examinan la fuerza, movimientos y flexibilidad de las extremidades. Cuando éstas se encuentran totalmente flácidas y estiradas, se puntúa con un 0. Si el tono muscular es débil y el bebé puede flexionar un poco los brazos y piernas, la puntuación sería de 1. Cuando su movimiento es activo y no presenta problemas, se puntúa con 2.


4. Color de la piel: nos indica el grado de oxigenación del bebé. Respecto a los de raza blanca, se puntúa con un 0 si presentan un tono azulado, un 1 si su piel es rosada pero sus extremidades azules, y un 2 si todo su cuerpo es rosado. En cuanto a los bebés de raza negra, el médico debe examinar el color de la córnea, los labios, las mucosas de la boca, las palmas de las manos y las suelas de los pies.
5. Reflejos: es importante analizar las respuestas del recién nacido ante determinados estímulos, como tocarle la planta de los pies o la nariz. Si no reacciona, la puntuación es de 0. Si por el contrario gesticula y hace pequeñas muecas, es puntuado con un 1, y con un 2 si llora, tose o estornuda.
Debemos tener claro que el test de Apgar no sirve para predecir la salud del niño cuando crezca, sino que más bien determina el estado del bebé en el momento de la evaluación y la manera en la que se está adaptando al mundo al que acaba de llegar.