

Lógicamente, el pescado proporciona una gran cantidad de proteínas, algunas vitaminas y un bajo contenido en grasa, por eso, la mayoría de los pescados son una buena opción para una dieta sana, pero en el caso de las mujeres embarazadas, madres lactantes y niños pequeños, el pescado debe ser un alimento limitado.
La actual contaminación de los océanos, ríos y arroyos provoca que algunos peces tengan niveles excesivamente altos de mercurio --lo que pueda ser insignifcante para una persona adulta-- pero especialmente dañino para el feto o el bebé. Esto no debe impedir que las embarazadas sigan consumiendo pescando porque si lo obviamos estaremos incurriendo en otro grave problema, es decir, la ausencia de nutrientes necesarios como los grados poliinsaturados n-3, que son muy importantes.
Por tanto, la conclusión sería: pescado sí, pero con límites. No tenemos que olvidar que es imprescindible para la dieta de la madre. Además, muchos estudios de universidades británicas han recomenadado que se coma pescado durante todo el embarazo. Es importante conocer que tipo de pescado comemos, los más recomendables por su bajo nivel de mercurio, son el camarón, el atún claro enlatado, el salmón y las sardinas.