Este complemento a la limpieza diaria de nuestra piel, ayuda a ésta a asimilar mejor los nutrientes de cremas hidratantes y nutritivas evitando que aparezca la deshidratación.


Existen muchos exfoliantes en el mercado, pero también podemos optar por elaborarlos nosotras mismas con ayuda de productos naturales y de forma muy sencilla. Los tres siguientes están especialmente pensados para rostro y cuello:
1. Mezcla medio vaso de azúcar con medio de aceite de oliva. Incorpora a esta mezcla una cucharada pequeña de zumo de limón.
2. Añade agua a una taza de harina de avena hasta obtener una pasta compacta.
3. Mezcla una cucharada sopera de miel con una de azúcar y añade posteriormente a esta mezcla una cucharadita de zumo de limón.
Estos tres exfoliantes naturales se deben aplicar sobre la piel húmeda realizando suaves movimientos circulares insistiendo especialmente en la “zona T” del rostro (frente, nariz y barbilla). Después se deja actuar sobre la piel unos cinco minutos y se aclara con abundante agua.
Antes de realizar la exfoliación debemos haber eliminado cualquier resto de maquillaje o suciedad con leche limpiadora o jabón, y después de hacerlo es muy importante aplicar un tónico facial con ayuda de un disco de algodón para cerrar los poros, y tras esto, aplicar una crema hidratante. No debemos exfoliar si nuestra piel está irritada o enrojecida ni después de una larga exposición al sol.
Pero no sólo es importante la exfoliación del rostro, sino también en el resto del cuerpo. Podemos preparar un exfoliante corporal mezclando 3 cucharadas de aceite de oliva con media taza de azúcar. También podemos combinar una cucharada de miel, una de zumo de limón y un poco de azúcar hasta conseguir una mezcla consistente. Este último es ideal para suavizar los codos, rodillas y talones, y al igual que el anterior podemos aplicarlo con un ligero masaje circular durante la ducha, retirando el producto con agua y aplicando una crema hidratante después.
Ya sea para el cuerpo o el rostro, no debemos exfoliar nuestra piel más de una vez a la semana o una vez cada quince días, dependiendo de si ésta es grasa o más bien seca. Si seguimos todos estos pasos conseguiremos una piel libre de impurezas, luminosa y sedosa.
Cheers Caro, que lindo como pstiuse en palabras claras esa mezlca de sentimientos, que al sentirlos son tan confusos. Divino el trabajo de Lucia. Gracias y Bienvenida!!