

Entre estos procedimientos encontramos tratamientos de todo tipo: para adelgazar, rejuvenecer, endurecer… Tenemos múltiples opciones para elegir. El problema es que suele tratarse de técnicas algo caras, aunque algunas de ellas son bastante accesibles.
Los tratamientos de estética más recomendables para la mujer
A continuación presentamos algunos de los tratamientos de estética para la mujer más recomendables:
1. Ortodoncia: además del claro componente estético, una dentadura correcta y cuidada ayuda a prevenir problemas como infecciones estomacales o la halitosis. Actualmente contamos con nuevas técnicas que nos permiten llevar a cabo el proceso con mayor comodidad.
Dependiendo de las características de nuestra dentadura podemos optar por brackets más discretos que los tradicionales, como aquellos fabricados con cristales y zafiros, e incluso por fundas de plástico totalmente transparente.
Si no queremos o podemos permitirnos ahorrar este proceso, también podemos elegir carillas de porcelana para ocultar los defectos de nuestros dientes. El blanqueamiento dental es otro de los tratamientos odontológicos más demandados.


2. Depilación definitiva: desde que la depilación definitiva saltó a los centros de estética, muchas mujeres se han liberado por fin de la esclavitud de la depilación semanal. Existen varios métodos para eliminar definitivamente el vello: depilación eléctrica, luz pulsada, Láser de Diodo… Es necesario consultar a un especialista para comenzar este tratamiento, buscando siempre clínicas que garanticen seguridad.
3. Mesoterapia: es un tratamiento estética para la mujer poco invasivo, enfocado a mejorar la celulitis, la flacidez, la piel de naranja y la grasa localizada. Consiste en infiltrar, a través de una aguja muy fina, sustancias reafirmantes, diuréticas, lipolíticas y bentónicas en la piel. El proceso es largo, pues los resultados comienzan a notarse en ocho semanas aproximadamente.
4. Presoterapia: ayuda a eliminar grasa activando el sistema de drenaje linfático. El procedimiento no es en absoluto doloroso; sólo hay que introducir las extremidades en una especie de mangas de plástico con doble pared, que se van hinchando con aire a presión, activando así la circulación del cuerpo.


5. Eliminación de varices y arañas vasculares: a veces no nos atrevemos a lucir las piernas a causa de estos pequeños inconvenientes, provocados por una mala circulación. Para acabar con este problema tenemos varias alternativas.
Las más comunes son la esclerosis (inyectar un medicamento sobre la variz), la microespuma (el medicamento tiene textura de espuma y está indicado para varices más gordas) y el láser, aplicado totalmente de forma externa.
Para casos extremos es necesaria la hospitalización y técnicas como el endoláser (oclusión de la variz a través de luz de alta energía) o la flebectomía (extracción de la variz mediante pequeñas incisiones).
6. Higiene facial: es un tratamiento de estética que se realiza en todos los centros de belleza y la metodología es muy simple. Suele incluir limpieza del rostro con leche y tónico, peeling facial, extracción de impurezas, mascarilla y masaje con crema hidratante. Aunque lo cierto es que cada tratamiento es personalizado según el tipo de piel del cliente.
7. Eliminación de bolsas: existen multitud de cosméticos y remedios caseros para librarse de las ojeras y las bolsas, pero cuando se trata de casos muy destacables se puede recurrir a otros métodos.
La blefaroplastia, por ejemplo, se puede llevar a cabo en el párpado superior o en el inferior; consiste en realizar una incisión de unos milímetros y eliminar la grasa interior. De ser necesario, también hay que desechar la piel sobrante.


8. Rellenos temporales: pueden ser de distintos materiales, siendo el ácido hialurónico uno de los más comunes. Se utilizan para mejorar el contorno facial y proporcionar volumen a los labios, a los pómulos y al mentón. Su duración oscila entre los 6 meses y el año, dependiendo de las características de cada paciente.
9. Peeling químico: consiste en la eliminación de una capa de la piel para que ésta pueda renovarse, borrando así defectos como manchas o arrugas. Se hace a través de la aplicación externa de productos, de forma rápida e indolora, aunque requiere una profunda hidratación en casa y evitar el sol mientras dure el proceso. El resultado comienza a verse tras varias sesiones.
10. Microdermoabrasión: muy parecida a la anterior, la microdermoabrasión suele utilizarse para pieles maduras y acnéicas. Consiste en exfoliar la superficie de la piel, dando lugar a una piel más suave y libre de manchas. Se puede realizar con varias sustancias, siendo los microcristales de aluminio uno de los materiales más usados.