Con un exfoliante facial podemos disfrutar de una piel mucho más suave. Esto, además de ser mucho más agradable al tacto, nos permite disfrutar de una gran cantidad de ventajas, como por ejemplo es que se facilita la absorción de las cremas.
Todos aquellos productos que tenga que absorber nuestra piel, como por ejemplo las cremas hidratantes, antiarrugas o solares entre otras, tendrán una mayor efectividad al poder penetrar con una mayor facilidad a través de los poros de nuestra piel.


Beneficios de la exfoliación facial
La exfoliación nos sirve para eliminar las células muertas de nuestra piel. A pesar de que no lo veamos, las células de nuestro cuerpo crecen y se multiplican, algunas de ellas muriéndose, acumulándose en la superficie de nuestra piel.
El principal problema de esto, es que esta acumulación de células muertas, termina por ocasionar algunos problemas como por ejemplo impedir que la piel respire correctamente o como hemos dicho anteriormente, impidiendo que los productos penetren la misma con facilidad. De esta forma, una exfoliación del rostro, mejora ostensiblemente la salud cutánea, además de contribuir a la regeneración celular y a la microcirculación sanguínea de esta.
Con esto, lograremos que nuestra piel además de suave, se vuelva mucho más flexible, como si rejuveneciera por momentos.


¿Cuál debo elegir y como lo utilizo?
Existe una gran cantidad de productos exfoliantes. Puedes elegir el que más te guste, aunque deberías de tener en cuenta que, para el rostro, es recomendable que sea un exfoliante más suave que los demás, debido a la delicadez de la zona en cuestión.
En cuanto a la forma de utilizarlo, se trata de un producto muy sencillo. Como si se tratara de una crema, toma un poquito del mismo en tu mano y aplícalo sobre tu piel, estando esta húmeda y limpia. Para que actúe con normalidad, debes de dar ligeros masajes en forma de círculo, evitando el frotar para así estirar los tejidos de la piel. Los movimientos deberían de ser desde el interior hacia el exterior e iremos bajando hacia el cuello.
Una vez terminado, deberemos de aclararnos con agua tibia, ayudándonos con un disco de algodón suave. La frecuencia de utilización depende del tipo de la piel. Si tienes una piel seca y más sensible, es recomendable exfoliarse cada quince días.
Si tienes una piel normal, bastará con una vez a la semana mientras que, si tienes una piel más grasa, unas dos veces por semana. En definitiva, exfoliarse el rostro es bastante recomendable para poder disfrutar de una piel mucho más sana y joven.
Cuidar nuestra piel, nos permitirá disponer de una mejor salud de la misma y, por lo tanto, evitar muchos de los problemas relacionados con ella. Exfoliarse el rostro es, por tanto, una forma sencilla de disponer de una piel mejor.