No sabes si callar ante ciertas situaciones o salir corriendo. Discusiones van y tropiezos vienen, te es imposible convivir con esas personas que se sienten dueños del mundo y que no valoran en lo más mínimo tus esfuerzos.


No te desanimes, sigue estos consejos y te sentirás mejor:
- Te has unido a tu pareja , no a sus hijos. Cada quien debe ocupar su lugar.
- Evita convertirte en sirvienta o chofer, o de cumplir sus antojos al pie de la letra. Esto les desarrollará una actitud de tiranía y mandato hacia ti.
- Organiza salidas y actividades con frecuencia con tu pareja donde vayan solos y ellos sientan que hay un espacio que no es posible invadir.
- Para limar asperezas suele ser muy útil que todos juntos realicen paseos o viajes a lugares diferentes. Se rompe la rutina y da oportunidad de conocerse en otro entorno.
- Involúcrate hasta cierto punto en la crianza. Tu pareja es el responsable principal de ellos, por tanto, evita al máximo educar a tu manera, ya que te encontrarás con una pared difícil de saltar.
- Si tienes algo que reclamarles, habla primero con tu pareja y que esté presente en el momento en que lo hagas. Evitarás malos entendidos y malas interpretaciones.
- Nada te obliga a aceptar situaciones humillantes o insultos. Ponte firme y desde un primer momento rechaza todo intento de control por parte de ellos.
- Recuerda que eres la pareja de su padre, no su madre sustituta. Por lo tanto, deja bien claro, a todos, que tienes límites en obligaciones y deberes.


La convivencia es un arte que cada vez es más difícil de desarrollar porque las personas estamos inmersas en un mundo de muchos egoísmos. Muchos niños y jóvenes creen que en las situaciones de separación de sus padres, ellos pasan a controlarles en vista de que ya no hay pareja. Ármate de mucha paciencia y tranquilidad para sobrellevar estas nuevas relaciones y escucha con mucha atención sus pensamientos y deseos. El respeto es la base de todo.
Felicidades por este artículo donde se dan unas pautas claras a seguir ante la difícil situación de convivir con los hijos de la pareja. Principalmente porque al principio va una muy perdida y se pregunta que ¿lugar ocupo yo en esta relación?¿como actuar?. Después de convivir dos años con mi pareja que tiene un hijo de 14 comparto los comentarios del artículo. Desde mi experiencia he aprendido a mantenerme al margen, no es mi hijo y su educación no me debe preocupar, no opinar pq el padre siempre defenderá a su hijo y lo justificará tenga razón o no y eso trae discusiones. Así que para evitarlas cada cual en su sitio, a mi no me corresponde y muchas veces hay que disimular, morderse la lengua y mirar para otro lado. Eso sí, respetar y que te respeten, no dejar que te humillen y saber donde se tienen los límites, lo que una está dispuesta a permitir y lo que no. Cuando uno se mete en una relación así tiene que tener muy claro que su pareja trae una mochila para toda la vida hijo+ex, y que su hijo para el va a ser lo primero, es una elección que se hace pero hay que tb tener claro hasta donde somos capaces de aguantar y lo que estamos dispuestas a dar, hay que pensar tb en uno mismo y en su felicidad y si compensa la relación.
Y como bien dice el artículo, cargarse de muuucha paciencia.
Bueno eso siempre que sean niños o adolescentes…ya si son grandes que entiendan que su papá bien o mal ya cumplió su rol y si bien nunca dejará de ser su papá tienen quw empezar a vivir sus propias vidas e inmiscuirse lo menoa posible. He visto demasiado como para saber que siempre hay problemas con los hijos de otra. Si pueden evitarlo…digo…hay hombres sin ese tipo de problema