Para hacer frente a los signos de envejecimiento ya no es necesario someterse a una complicada cirugía. Por ejemplo, en Granada puedes encontrar la Clínica Salus, especialistas en cirugía y medicina estética, que cuentan con varios servicios para devolverte esa mirada joven sin necesidad de pasar por quirófano.


Mesoterapia facial
Con la mesoterapia facial se consiguen resultados muy favorables en el rejuvenecimiento del rostro al estimular su metabolismo con micro inyecciones de vitaminas, aminoácidos y minerales.
Los resultados que se obtienen de este tratamiento son una piel tonificada y con su elasticidad recuperada.
Al reestructurar la piel flácida, elimina las arrugas y las patas de gallo de los ojos devolviendo la juventud a la mirada. Al terminar el tratamiento de hora hora, aproximadamente, el rostro estará más luminoso y bien hidratado.
Y con la mesoterapia no solo mejoras el aspecto de la piel sino que, además, estimulas la producción de colágeno y elastina, reduciendo la flacidez y mejorando el aspecto de la piel. El tratamiento se inicia con la aplicación de una crema anestésica para reducir molestias y es habitual que, después del tratamiento, surjan en la zona pequeños hematomas. Los hematomas desaparecerán en algunas horas y los resultados serán visibles en el momento.
Tratamiento Bótox
Este es un tratamiento que lleva muchos años de moda por sus increíbles resultados, con un aspecto muy natural y que se consiguen en muy poco tiempo.
Se trata de una inyección de una sustancia que inmoviliza la musculatura de la zona, evitando que surjan arrugas y líneas de expresión y eliminando visualmente las que ya están presentes.
Sus principales ventajas son la naturalidad que se consigue con el tratamiento y su seguridad. El tratamiento no altera la estructura facial, siendo suficiente con su efecto tensor para devolver la mirada joven, sin arrugas ni líneas de expresión.
Además, su seguridad está comprobada con los años que se lleva aplicando este tratamiento. Los efectos del tratamiento bótox duran varios meses y se consiguen con sesiones cortas de, aproximadamente, media hora.
El único inconveniente que puede surgir es que, si se recurre a él de forma frecuente, más de dos veces al año, puede dejar de dar los resultados esperados. Por ese motivo, se recomienda un máximo de dos sesiones anuales.
Además, hay algunas contraindicaciones para su aplicación, como por ejemplo en el caso de tener una enfermedad neuromuscular, siendo por ello importante acudir a una clínica estética de referencia para que un especialista pueda valorar esta opción o, en cambio, recomendar otra más favorable.
Hay otros tratamientos que se pueden tener en cuenta a la hora de recuperar la juventud de la mirada y un especialista sabrá el más adecuado para cada caso.