

La ropa acumula un porcentaje considerable de suciedad y bacterias desde que es producida hasta que llega a nuestro armario. Es manipulada por las personas encargadas de su elaboración, por aquellos que la envasan y transportan, por los dependientes de las tiendas y por los cientos de clientes que las tocan para comprobar su calidad en el punto de venta. Por esa misma razón, se hace necesario pasar la ropa nueva por la lavadora.
Sin embargo, hemos de ser precavidos a la hora de realizar tal operación, dado que cualquier despiste puede jugarnos malas pasadas y hacer que nuestras prendas, antes bellas y hermosas, se tornen grises y deterioradas con un aspecto muy diferente al presentado cuando las adquirimos. Cuando nuestros dedos pasaron por la superficie de estas prendas lanzamos un ¡WOW! por lo encantados que estábamos ante la textura, el diseño y el estado que presentaban en ese momento. Precisamente para evitar que ese ¡WOW! se transforme en frustración, rabia y enfado por culminar nuestro proceso de lavado de una forma que no nos gustaría, es imprescindible considerar una serie de pautas fundamentales como las que nos acerca Norit en el vídeo presentado en este mismo artículo.
Claves para lavar la ropa nueva
En primer lugar, se ha de elegir un detergente que sea adecuado. En este sentido, Norit se encargará de lavar nuestras prendas en profundidad y mantendrá el cromatismo original de las prendas, evitando que puedan perder su característico brillo inicial. De esta forma, se podría decir que Norti hace las veces de barrera contra las muchas amenazas que puedan poner en peligro a nuestras prendas sumergidas en agua mientras se ven sometidas al proceso de lavado.
Igualmente resulta conveniente dar la vuelta a la ropa antes de proceder a su lavado. Hemos de tener en cuenta que someter nuestras prendas a continuos lavados provocará un desgaste, el cual será cada vez más pronunciado con el paso del tiempo. El mero hecho de dar la vuelta a tus prendas ayudará a que no se rocen unas con otras, acabando así con su apariencia inicial.


No olvides cerrar las cremalleras y los velcros, así como abrochar férreamente los botones por el hecho de que serán los principales responsables de enganchones y, en definitiva, de las roturas de estos tejidos. Siempre que te sea posible, procura lavar la ropa con agua fría porque evitará no solo que se encoja, sino que pierda su color. Por si esto fuera poco, al mismo tiempo contribuirás al cuidado del medio ambiente y apostarás al máximo por el ahorro.
No has de olvidar que el color de tus prendas puede desaparecer paulatinamente cuando tiendas tus prendas bajo los cálidos rayos del sol. Por esa misma razón es conveniente tender tu ropa del revés, es decir, con el interior hacia fuera.
¿Qué os parecen estas ideas de Norit para mantener tu ropa nueva como el primer día tras sus lavados?
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