Lo primero que tienes que hacer es tomarte las cosas con calma y analizar la situación: ¿de verdad era el trabajo de tu vida? ¿O crees que estás capacitada para hacer otras cosas que te gustan más, que te aportan más a nivel personal o para las que estás más preparada?
Intenta ver esto como una oportunidad para empezar de nuevo. Tómate un par de días para desconectar, llama a tus amigas, sal a dar una vuelta, a cenar... Y después, ponte las pilas. Te damos algunas claves:
- Infórmate de si te corresponde o no paro, cuánto tiempo y cuánto vas a cobrar, para poder organizarte a partir de ahora.
- Decide si quieres empezar a trabajar ya o prefieres formarte. Entérate de las becas y subvenciones a las que puedes acogerte para seguir estudiando, ya que ahora hay cosas interesantes para parados.
- Si quieres empezar a trabajar, busca en el periódico, lleva curriculums a todas partes... Y no te olvides de que Internet y las redes sociales son una buena forma de buscar trabajo.
- Plantéate la posibilidad de un cambio: ¿quieres seguir trabajando en el mismo? ¿O te atreves a hacer algo distinto? Eso sí, sea lo que sea, piensa bien antes de actuar.
Y sobre todo, ten muy clara una cosa: que estés en el paro no significa que seas peor o mejor, que no seas capaz de hacer nada ni cosas por el estilo. Simplemente, es lo que te ha tocado, así que saca la parte positiva y ¡adelante!