

Ante esos casos en los que la crisis del coronavirus amenaza con generar movimientos sísmicos en la situación económica familiar, una posible solución es solicitar un préstamo para reunificar deudas sin hipoteca. Esta fórmula permite reunir todos los préstamos al consumo en uno para pagar una única cuota al mes en la que se incorporen todas esas obligaciones de pago.
Cómo funciona la reunificación de deudas
La reunificación permite a los usuarios afrontar el pago de una única cuota mensual cuya cuantía será menor a la suma de las diferentes cuotas a las que anteriormente había que hacer frente. El objetivo es enfrentarse mensualmente a una cuota más reducida y disponer de más liquidez en el día a día, pero a costa de incrementar el plazo de amortización.
La reunificación se lleva a cabo a través de empresas mediadoras, estas integran en una sola deuda préstamos e hipotecas contratadas con diferentes entidades bancarias y con diferentes tipos de interés. Las propias entidades bancarias también ofrecen esta posibilidad.
Una vez se inicia el proceso de reunificación, la empresa mediadora estudia en profundidad el caso, las deudas contraídas, los intereses que se están pagando y los plazos de amortización y vencimiento.
Todo esto sirve como antecedente para, una vez aprobada la operación, comenzar a negociar las nuevas condiciones de pago.
Cuando el proceso está en marcha, se cancelan todos los préstamos e hipotecas para reunificarlos en un solo pago con las condiciones previamente negociadas. Por lo general, el plazo de amortización será más longevo, pues lo que se pretende conseguir con esta figura es que el pago de la cuota mensual sea más bajo, para ganar en liquidez.
Las agencias mediadoras funcionan con una dinámica que se inicia con la solicitud por parte del interesado, el estudio del caso por parte de la agencia y la solución propuesta, la demanda de requisitos y documentos para formalizar el contrato y el inicio del proceso de reunificación.
Qué gastos implica una reunificación de deudas
Unir todas las deudas en una conlleva una serie de gastos que conviene tener en cuenta. Desde ese punto de vista, no todo son ventajas. La reunificación implica cancelar de manera anticipada préstamos previamente contraídos, por lo que habrá que pagar comisiones por cancelación o amortización anticipada.
Además, para unir en una sola todas las deudas es necesario formalizar la apertura de un nuevo préstamo, con todos los gastos que esto conlleva. Finalmente, en caso de optar por este vehículo financiero a través de una agencia de mediación, la empresa cobra sus propios honorarios.
La agrupación de deudas implica todos estos gastos y es imprescindible conocer los detalles. La reducción en el pago mensual se consigue agrupando todas las deudas en un único pago mensual, pero debemos ser conscientes de que la deuda pendiente aumenta y es posible que se alargue el plazo de obligaciones de pago.
Un vehículo financiero para insuflar oxígeno a la economía familiar Pasar de tener deudas varias a concentrarlas todas en una tiene una ventaja evidente, pagar menos por la cuota única que el total por la suma de ellas. Pero no solo debemos atender a los aspectos positivos.
Como ya hemos visto, la cancelación de deudas no es un proceso gratuito y en ocasiones puede ser muy elevado. Además, a esto se unen los gastos de apertura del nuevo préstamo y la formalización del mismo. Por otra parte, un aspecto a considerar en este proceso es que el periodo de devolución de la deuda se alarga y esto implica el pago de intereses por más tiempo.
¿Significa eso que la reunificación de deudas no es un vehículo financiero interesante? La respuesta va a depender del estado de la economía familiar. En la mayoría de los casos, la reunificación de deudas solo es una solución a corto plazo para disponer de más liquidez en el día a día, insuflar algo de oxígeno.
A largo plazo, será recomendable en la medida de que el pago de intereses termine reduciéndose y esto solo se consigue si el plazo de devolución de la nueva deuda es reducido.