

Lo primero que deberemos hacer es aceptar la situación; en este proceso vamos a pasar por muchos momentos de debilidad y tentaciones, que tendremos que enfrentar con valentía. Y esto sólo lo conseguiremos asumiendo la responsabilidad de llevar una dieta sana y comenzar a hacer ejercicio físico constante. Es muy importante que no lo aplaces, si esperas el momento perfecto para comenzar puede que éste no llegue nunca, pues siempre buscarás una excusa para no abandonar un estilo de vida más cómodo.
Un buen método para aumentar tu fuerza de voluntad es visualizar aquello que quieres conseguir, imaginar cómo es el cuerpo que queremos conseguir. Eso sí, no te autoimpongas metas imposibles, sé realista; de lo contrario, sólo lograrás frustrarte y no avanzar en tu propósito. También debes tomar conciencia de que los resultados serán lentos, pero efectivos. Perder muchos kilos en poco tiempo provoca el efecto contrario, recuperándolos rápidamente.
La única forma saludable de adelgazar es combinar una dieta equilibrada y una buena rutina de ejercicio. Es fundamental ser perseverante y comprometerse con estas nuevas costumbres; ten paciencia, si no eres constante no obtendrás resultados. Esto implica cumplir estrictamente con la dieta y las sesiones de ejercicio, sin excusarse en ocasiones especiales o fiestas. Asimismo, no descuides tu forma física cuando hayas perdido los kilos deseados, ya que éstos regresarán y tendrás que comenzar el proceso de cero.
Y, sobre todo, mantén una actitud positiva. Piensa que no sólo mejorarás tu apariencia física, sino también tu bienestar interior. Extiende esta mentalidad a otros aspectos de tu vida y verás cómo te será más fácil alcanzar tus objetivos.