El amor es uno de los sentimientos más discutidos y al que se le han dado más significados en el mundo. Suele formar parte de todas las culturas y relaciones. Los amigos se vuelven amantes y los amantes se hacen amigos, todo por una simple operación matemática emocional: sumar o restar amor.


Podemos alimentar nuestra capacidad de amar si:
- Nos decidimos a ser profundamente felices.
- Nos fijamos metas positivas y llenas de alegría y vitalidad.
- Perdonamos de corazón lo que nos hayan hecho otras relaciones y nos decidimos a formar una nueva relación sin fantasmas del pasado.
- Nos aceptamos como somos con nuestras limitaciones y rasgos por desarrollar.
- Nos ponemos en el lugar de las otras personas e intentamos comprender sus sentimientos y motivos.
- Respetar al máximo nuestra integridad como mujeres.
- No aislarnos del mundo. Buscar actividades que nos permitan relacionarnos con otras personas e intercambiar ideas, proyectos y metas del futuro.
- Si encuentras a alguien compatible y decides iniciar una relación amorosa recuerda que la sinceridad y la pasión son fundamentales para sostenerles.
El amor es un sentimiento que vincula nuestra vida con la vida de los que nos rodean. Esos lazos pueden ser enriquecedores o tormentos insostenibles. Realmente todo depende de la forma como veamos la vida.
Muchas veces nos quedamos muy decepcionadas de relaciones amorosas, tanto que nos resolvemos a no volver a confiar en nadie y a no comprometernos con ninguna otra a niveles profundos. Decidimos disfrutar de ratos agradables y listos. Esto puede superarse teniendo una visión más clara de nuestras capacidades y sobre todo de la superación de esos traumas o experiencias negativas.