Dormir las 8 horas de rigor se convierte cada día en un reto imposible para muchas personas. No vamos a hablar del tan temido insomnio, sino de no descansar lo suficiente ni dormir bien. Muchos expertos aseguran que nuestra calidad de vida y nuestros hábitos alimenticios son determinantes a la hora de dormir y descansar plácidamente. De esta apreciación surge eso de come bien y duerme mejor. Todos deberíamos de tener en cuenta ese dicho popular que reza: desayunar como un rey, almorzar como un príncipe y cenar como un mendigo. La cena es una de las claves de nuestro descansa diario y a menudo no le prestamos la suficiente atención. Son muchas las causas de la alteración del sueño y está comprobado que una de ellas es la mala alimentación. Por la noche es importante evitar las comidas abundantes y copiosas porque nuestro organismo no tiene el tiempo suficiente para digerirlas y será más difícil conciliar el sueño. También durante la cena es mejor no consumir alimentos excitantes, picantes y con especias. Malos hábitos como el tabaco o el alcohol tampoco contribuyen a mejorar nuestro descanso, ya que obligan a nuestro organismo a estar permanentemente en situación de alerta y ansiedad. Así mismo es aconsejable no beber mucha agua en las últimas horas del día ni consumir alimentos diuréticos tales como cebolla, espárragos, melón o sandía. Es preferible hacer cenas que sacien nuestro apetito pero que no sean indigestas como por ejemplo ensaladas, sopas, pescado a la plancha, pasta o arroz. No hayque olvidar que a lo largo del día debemos reservar cierto tiempo para comer sin prisas ni estrés. Aprovecha el tiempo de la comida para descansar y tomarte un respiro y sobre todo, elige alimentos que te ayuden a hacer la digestión, evita la acidez y la pesadez de estómago ya verás lo bien que duermes. Dormir las 8 horas de rigor se convierte cada día en un reto imposible para muchas personas. No vamos a hablar del tan temido insomnio, sino de no descansar lo suficiente ni dormir bien. Muchos expertos aseguran que nuestra calidad de vida y nuestros hábitos alimenticios son determinantes a la hora de dormir y descansar plácidamente. De esta apreciación surge eso de come bien y duerme mejor. Todos deberíamos de tener en cuenta ese dicho popular que reza: desayunar como un rey, almorzar como un príncipe y cenar como un mendigo. La cena es una de las claves de nuestro descansa diario y a menudo no le prestamos la suficiente atención. Son muchas las causas de la alteración del sueño y está comprobado que una de ellas es la mala alimentación. Por la noche es importante evitar las comidas abundantes y copiosas porque nuestro organismo no tiene el tiempo suficiente para digerirlas y será más difícil conciliar el sueño. También durante la cena es mejor no consumir alimentos excitantes, picantes y con especias. Malos hábitos como el tabaco o el alcohol tampoco contribuyen a mejorar nuestro descanso, ya que obligan a nuestro organismo a estar permanentemente en situación de alerta y ansiedad. Así mismo es aconsejable no beber mucha agua en las últimas horas del día ni consumir alimentos diuréticos tales como cebolla, espárragos, melón o sandía. Es preferible hacer cenas que sacien nuestro apetito pero que no sean indigestas como por ejemplo ensaladas, sopas, pescado a la plancha, pasta o arroz. No hayque olvidar que a lo largo del día debemos reservar cierto tiempo para comer sin prisas ni estrés. Aprovecha el tiempo de la comida para descansar y tomarte un respiro y sobre todo, elige alimentos que te ayuden a hacer la digestión, evita la acidez y la pesadez de estómago ya verás lo bien que duermes.
