Las operaciones de estética están en auge y estirarse la cara y ponerse botox está a la orden del día. Los avances cosméticos, cremas varias con colágeno y otra serie de elementos que penetran en las capas más internas de la piel para regenerar las células forman parte de la cesta de la compra de muchas mujeres a partir de los 25. Sin embargo existen otras maneras más naturales y saludables, que si las tomamos como hábito serán nuestras mejores aliadas contra la aparición de arrugas.
Lo más importante es estar hidratada y con eso no me refiero a echarte mucha crema, sino a beber mucho agua que es la que nutre nuestro cuerpo. Bebe 10 vasos de agua diarios y notarás la diferencia. Además evita el estrés, ya que produce un aumento de la hormona cortisol, causante de la aparición de arrugas en la piel.
Estar bronceado todo el año está pasado de moda y frecuentar el solarium es una actividad tan caduca como nociva. Uno de los factores que más influye en el envejecimiento prematuro de la piel es una exposición excesiva a rayos uva.
Aliméntate bien y de manera equilibrada, como frutas y verduras, alimentos frescos y saludable, ricos en vitaminas y evita las grasas saturadas. También existen grasas en algunos alimentos que favorecen la conservación de la piel, como los que tienen algunos pescados como el salmón y también en algunos frutos secos.
Por último, dedica un tiempo al día al cuidado de tu piel. Límpiala de impurezas, exfóliate y desmaquíllate antes de acostarte. Verás como si sigues estos consejos tienes un cutis mucho más sano sin necesidad de arruinarte en cremas ni pasar por el quirófano.
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