El paso del tiempo en nuestra mirada
El transcurrir de los años o por factores puramente hereditarios nuestra mirada puede verse deteriorada, al igual que las hojas otoñales, ya marchitas, desprendidas de las copas de los árboles.
La mirada es uno de los puntos de nuestro cuerpo en los que más suelen prestar atención aquellos que nos rodean. No obstante, la huella del paso del tiempo terminará por aparecer reflejada en los ojos en forma de arrugas, descenso de las bolsas de los párpados inferiores y superiores así como de las cejas. En este último caso, el efecto de la gravedad y las muy diversas modificaciones que se van experimentando en el volumen de las mismas, contribuirán a que las cejas cambien su posición inicial y se muestren más vencidas hacia abajo.
A todo esto hemos de añadir que la piel de los ojos, a diferencia de la que recubre otras partes de nuestro cuerpo, resulta especialmente fina y sensible, por ello la impronta de la edad o los sentimientos de tristeza o cansancio se reflejarán con más notoriedad en esta parte del cuerpo.
A pesar de que puede resultar una tarea especialmente ardua el mero hecho de luchar contra el avance imparable de las agujas del reloj, y las consecuencias que ese transcurrir de los años pueda tener sobre nuestra propia imagen, lo cierto es que los tratamientos de última generación especializados en el campo de la cirugía estética, pueden convertirse en nuestros aliados más poderosos al respecto.
¿Qué beneficios nos ofrece la blefaroplastia?
Dentro de este ámbito, desde nuestro blog de Mujer, os proponemos recurrir a métodos como la blefaroplastia, también conocida en líneas generales como rejuvenecimiento facial o, incluso, frontoplastia, que nos ayudará a combatir el exceso de grasa y de piel de nuestros párpados.
Por medio de este procedimiento podremos, además, contribuir al ascenso de las cejas que obstaculizan nuestra visión, así como luchar contra aquellas antiestéticas arrugas o líneas de expresión no deseadas que empiezan a surgir como consecuencia de la edad.
Con la blefaroplastia podremos conseguir una mirada mucho más juvenil, renovada y llena de luz, gracias a que en buena medida nos ayudará a corregir las arrugas predominantes en la frente.
Clases de Blefaroplastia
Existen diversos tipos de blefaroplastia a los que podemos recurrir para conseguir los resultados deseados. Una de las variantes es la llamada blefaroplastia media, pensada para los pacientes mayores de 65 años, que presentan arrugas muy profundas y desprendimiento de las cejas. Se retirará el exceso de grasa, de tejido y músculo de la piel durante el desarrollo de este tratamiento.
Por otro lado, destacamos la modalidad de blefaroplastia directa, que comenzará con la eliminación de una de las de partes de la piel y cierto porcentaje del músculo en forma de media luna, muy por encima de las cejas. Dado que ni las líneas de expresión ni las arrugas son tratadas por medio de este tratamiento, pueden presentarse ciertas cicatrices al respecto.
Otra de las modalidades a las que podemos hacer referencia es al estiramiento endoscópico frontal, que precisa de la utilización de un telescopio quirúrgico con el objetivo de elevar las cejas. Por medio de unas diminutas incisiones que se realizarán debajo del nacimiento de nuestro cabello, podremos llegar a suavizar las arrugas de la frente.
Tampoco nos podemos olvidar de la conocida como elevación coronal de la frente, consistente en la incisión de extremo a extremo de nuestro rostro, justamente en la parte superior de nuestro cuero cabelludo. Además de conseguir unas cejas más elevadas, obtendremos una frente mucho más lisa.
En líneas generales, los pacientes que suelen recurrir a este tipo de técnicas presentan unas edades comprendidas entre los 40 y los 60 años, con una considerable caída de los párpados y de las cejas. Aunque, no por ello, las personas de entre los 20 y los 30 años de edad se mostrarán libres de este tipo de afecciones, dado que en estos casos, los factores hereditarios pueden jugar un papel decisivo.
El período de recuperación variará dependiendo de la persona a la que hagamos referencia y de su caso particular. Los expertos recomiendan, tras la cirugía, mantener la cabeza elevada durante dos o tres días para reducir la hinchazón. Incluso, después de una blefaroplastia convencional, podrás incorporarte al trabajo sin ningún tipo de complicación a los 7 u 8 días de la intervención.
En centros como Clínica Menorca, nos proponen a partir del tercer día, poner en marcha las sesiones de drenaje linfático que potenciarán la aceleración de todo este proceso de recuperación, por no hablar de que se eliminarán las molestias. De esta forma, a partir del quinto día, se retirarán las suturas. Igualmente, nos recuerdan que por la retención de líquidos en la zona de cicatrización, es posible que, durante los treinta primeros días, la zona de las bolsas se inflame durante la mañana y vaya desapareciendo a lo largo del día.
Además de la blefaroplastia, los profesionales de Clínica Menorca nos acercan tratamientos de cirugía corporal como aumento de senos o liposucción, cirugía íntima, a nivel facial como la otoplastia o la rinoplastia, eliminación de varices, medicina antienvejecimiento, tratamientos corporales como la cavitación o la radiofrecuencia, o a nivel facial como la mesoterapia o los hilos mágicos.
Su dilatada experiencia en el sector avala su profesionalidad y asegura unos resultados satisfactorios en cada sesión, con el objeto de alcanzar la imagen deseada.
¿Qué os parecen a vosotros un tratamiento como la blefaroplastia para rejuvenecer tu mirada?, ¿conocíais los servicios de Clínica Menorca?
