

Durante la noche, el organismo activa la renovación celular y la llamada hormona de la juventud (DHEA) intensifica su actividad. Además se produce una mayor oxigenación, ayudando a que la piel luzca más hidratada y luminosa. Mientras dormimos también se relajan nuestros músculos, lo que favorece la circulación de la sangre, luchando contra la celulitis y la retención de líquidos.
¿Qué beneficios aporta el descanso para la piel?
¿No sabes qué beneficios aporta el descanso para la piel?, te lo contamos con más detalle en las próximas líneas:
-Dormir nos sirve, fundamentalmente, para descansar física y psicológicamente, y renovar así nuestra energía. Esto nos ayuda a evitar las ojeras y las bolsas, rejuveneciendo notablemente nuestro rostro. Además, con el sueño liberamos estrés, lo que nos aporta sin duda un mejor aspecto.


Gracias a la activación celular de la que hablábamos antes, por la noche la piel absorbe más fácilmente los cosméticos, haciendo que sean mucho más efectivos. Por eso se recomienda realizar nuestra rutina facial antes de irnos a la cama. Es necesario lavar bien la cara, retirar cualquier resto de maquillaje y usar una crema facial hidratante. Si la aplicamos dando suaves golpecitos, fomentaremos además la circulación. Este último es uno de los muchos beneficios del descanso para la piel y que no hemos de pasar por alto si queremos cuidar de nuestra salud y estética cutánea.
Existen muchas teorías sobre las horas de sueño que necesitamos para encontrarnos bien. Se aconseja dormir entre 6 y 8 horas diarias para tener un hábito de vida sano, aunque depende de la edad y las condiciones individuales de cada persona. Por ejemplo, mientras que los niños suelen necesitar entre 12 y 14 horas de sueño, los adultos requieren entre 6 y 9 horas.
También hay que tener en cuenta no sólo la cantidad de horas, sino la calidad. Necesitamos un tiempo prolongado para pasar correctamente por todas las fases del sueño para levantarnos al día siguiente totalmente renovados, lo que termina explicando los beneficios del descanso para la piel y el resto de organismo en aras de funcionar correctamente a la hora de realizar nuestras actividades cotidianas.